Palacio de Castilfalé de Burgos

El renacentista Palacio de Castilfalé fue edificado entre 1540 y 1550 por iniciativa del rico mercader Nicolás de Gauna, con la intervención del maestro Juan de Vallejo, que por esas fechas reconstruía el crucero de la Catedral de Burgos. Formaba parte de un conjunto de edificaciones, levantadas por ricos comerciantes, en la calle de Fernán González, que fue en la Edad Media y en el Renacimiento la principal arteria burgalesa. En 1565, este palacio pasó a ser propiedad del regidor y también mercader Andrés de Maluenda y de su mujer Isabel de la Torre Bernuy. Posteriormente estuvo en manos de otras ilustres familias como los Brizuela, el marqués de Castrofuerte o, ya en el siglo XX, el conde de Castilfalé, quien lo donó al Ayuntamiento de la ciudad en 1969.

Desde 1985 es sede del Archivo Municipal, que custodia una importante documentación histórica y administrativa. Del palacio primitivo aún se conserva la portada, el zaguán, el patio y la escalera monumental. Lo más significativo del conjunto es la bella portada principal, con arco de medio punto, de rosca moldurada, flanqueada por balaustres.