Iglesia de San Francisco de Villafranca del Bierzo

El convento de San Francisco de Asís fundado el año de 1213 por doña Urraca, esposa de Fernando II de León, se reconstruyó en el solar que hoy ocupa (1285). Fue reedificado en 1450 por el I Conde de Lemos, don Pedro Álvarez Osorio, que asumió el patronato de la iglesia para capilla funeraria de su dinastía -en 1445 había sepultado ya en ella a su esposa, doña Beatriz de Castro, y en 1467 enterraría a su hijo don Alonso-. A fines de este siglo el patronato pasó a los Marqueses de Villafranca, cuya I Marquesa, doña Juana Osorio se dedicó a mejorar su arquitectura y enriquecerlo con obras de arte y alhajas (1491) siendo enterrada en la capilla mayor a su muerte (1492). En 1535 la II Marquesa donó una importante librería y edificó una gran sacristía que decoró con buenas obras artísticas recibiendo también sepultura en la capilla mayor a su muerte (1539) y su esposo el Virrey de Nápoles fue asimismo generoso con el convento (1552). Producida la exclaustración (1835) se convirtió en es-cuelas; en 1839 en cuartel y parte fue ya derribado desapareciendo el resto del convento por un incendio y el abandono.

La iglesia muestra partes de diferentes épocas y estilos, el hastial es obra del S. XIII con portada de cuatro arcos abocinados, uno decorado con un baquetón en zig-zag y los restantes sencillos. En los laterales piezas embutidas, como la inscripción que dice "Doña Maria de la Cerda" y dos cabezas. El imafronte es del S. XVII, con nicho que contiene a San Francisco y encima una ventana; al fondo y aprovechando el desnivel se alza una retro-fachada enmarcada por dos torres del S. XVII. En planta cuenta con una nave cubierta con artesonado de alfarje de ocho ataurejado decorado con las armas de los Condes de Lemos (XV); otro artesonado hay en el sotocoro, éste del S. XVI. Tres capillas se abren en el lado sur, una de Ambrosio de Castro (1548) con bóveda de terceletes y combados, le sigue otra con bóveda de crucería de ladrillo y la última es la de la VOT; en un nicho el sepulcro de Juan Álvarez de Toledo (1572), hijo natural del Virrey de Nápoles citado. La cabecera es ampliación de los Marqueses de Villafranca cuyas armas ostenta en las claves; obra gótica de fines del XV con bóveda de crucería y ventanas apuntadas, conserva el sepulcro de don García Enríquez, Arzobispo de Sevilla, con su estatua yacente (1448). Interesante la sillería que se atribuye a Francisco Julí (h. 1550) y el retablo mayor churrigueresco.