Ergástula romana de Astorga

Situada esta construcción en el centro de la ciudad se discuten e interpretan de forma variada sus estructuras. Para unos estudiosos se trata de la cárcel de esclavos de la Astorga romana, mientras que para otros especialistas sería un cryptoporticus subterráneo que limitaría el foro por el lado norte y serviría para salvar el desnivel allí existente.

De cualquier forma es una obra segura romana perteneciente al siglo primero de nuestra era. En 1120 consta en un documento de donación de la reina doña Urraca a la iglesia de Santa María y más tarde en otro de Fernando II a Velasco Fernández. Fue cárcel de la ciudad de Astorga hasta el año de 1892 en el que el Ayuntamiento la vendió al vecino señor Pallarés. Este destruyó gran parte de los 100 metros que tenía el túnel restando en la actualidad la mitad.

La ergástula se encuentra en la actualidad incrustada entre edificaciones posteriores teniendo sus extremos entre la calle Señor Ovalle y la plaza de San Bartolomé y su propiedad está repartida entre varios vecinos y el Ayuntamiento. La estructura original realizada en mampostería de piedra y mortero de cal con un muro de 1,43 metros se articula a partir de una sola nave, un túnel de 50 m. de largo por 4,93 de ancho y 5,60 de alto. Se aboveda con cañón de forma elíptica y un espesor de 0,90 metros. Su estado de conservación es muy deficiente encontrándose su interior fragmentado en tres espacios por muretes modernos marcando las distintas propiedades.

Para visitarla, se encuentra en el Museo Romano de Astorga.